lunes, 18 de enero de 2016

Mirar para arriba

Cámara en mano. Mirar para arriba, abrirse paso entre los árboles y el cemento para admirar ese celeste uniforme, plano, como pintado. ¿Por qué celeste? ¿Cómo?
La referencia de la intervención humana que permite transmitir la verdadera sensación de celeste. Sin ella, puede ser cualquier lugar. Sin ella, las historias no se cuentan. El marco de los árboles encierra el cielo por momentos. Los cables dibujan sobre él y lo transforman en la hoja en blanco (o en celeste) donde todo se está por gestar. Es difícil hablar sobre lo indimensionable, y de nuevo, ¿qué necesidad de hablar? Dejemos que el celeste hable por sí mismo.


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