miércoles, 22 de julio de 2015

La docena


Si todavía tengo el derecho después de la docena, quiero decir que añoro. Quiero decir que me falta. Quiero decir que tuve y no tengo.

Si todavía tengo el derecho después de la docena, quiero llorar. Quiero extrañarte en cada uno de los momentos en que me conformé con el aire del recuerdo.

Si todavía tengo el derecho después de la docena, quiero alegrarme. Quiero mostrar el orgullo de llevarte en un rasgo, en un libro en mi mochila y en estas palabras.

Todo pareciera decir que aunque tengo el derecho no debería necesitarlo. Pero lo necesito. Porque añoro, lloro y soy feliz de haberte conocido, papá.

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